Para Tirios y Troyanos, para todos mis amigos y parientes, militares, policías, guerrilleros, paracos, y otros out of law :)
Colombia, pensando en su territorio y habitantes, es tal vez exageradamente rica en posibilidades.
El pueblo colombiano no se puede reducir al régimen corrupto que ha apropiado el poder del Estado. Pese la corrupción, Agroingresos Seguros, criminalidad político-administrativa, falsos positivos, desapariciones, tortura, ejecuciones extraservice y pare de contar, hay en este país gente tenaz, hermosa, inteligente, para quienes el trabajo es actividad vital y no destino fatal e inseguro, que hay paisaje detrás de estos muros y sobre todo que hay capacidad de aguante y ganas de salir adelante.
Creo que está bien extasiarse un rato, esos "pequeños estremecimientos" (que no se limitan al orgasmo que eros nos regala) de que hablaba Anatole France y de los cuales el hombre siempre sale triste, y que ampliado el mismo a otros campos mas allá de lo genital, consideramos viven quienes salen a desfilar con una bandera o banderita en la mano, pero no caigamos en una embriaguez sociopatólogica que se convierta en un guayabo permanente que conduzca al escepticismo total y la falta absoluta de ganas para construir un país celebrable todos los días, todas las horas, por todos sus habitantes.
El natural colombiano, el ciudadano que opta por tomar como referencia vital la idea de una nacionalidad colombiana, tiene como motivo de orgullo y satisfacción un territorio rico, complejo, privilegiado y potencialmente envidiable, tiene unas gentes admirables, respetables, pero en cuanto al tercer elemento que integra un Estado, el PODER, !QUE VERGÜENZA!
Día de la Independencia, se verá desfilar unas fuerzas armadas no limpias de vergüenza reclamando el reconocimiento de una tradición inexistente, se magnifica un florero y una quebradita con un monumento gigantesco que puede interpretarse como el grito de los cadáveres que allí quedaron para iniciar una "historia" de zombis que siguen habitando los palacios de gobierno y el alma de sus electores.
La experiencia patria (sic) que he vivido me ha permitido superar la visión limitada de los esquemas de ahi que al referirme al pueblo colombiano lleno de virtudes o bien pertrechado de ellas, encuentro esos ejemplares entre todos los actores del humano drama llamado historia colombiana.
No todos los uniformados y pagados por el erario público, miembros de las instituciones de la Fuerza Pública son santos ni auténticos ángeles guardianes. No todo guerrillero es un bandido ni todo paramilitar un asesino “aserrador” de cuerpos. Pero cada uno si militar (de las fuerzas oficiales), si guerrero (por la libertad que se cree el guerrillero), si combatiente (por la seguridad y la propiedad que se considera el paramilitar), como cualquier otro ser humano, médico, abogado, agrónomo, administrador, ingeniero de cualquier cosa, puede, bajo el estímulo de determinadas circunstancias (individuales y ambientales) políticas, económicas, religiosas, etc., incurrir desde las mas diversas causas en las peores cosas con la autojustificación de las mejores razones: libertad, justicia, reparación, verdad, derechos humanos, independencia.
Aclarando que en mi caso no puedo decir lo mismo que el cantor sobre la música militar, celebro entonces con quienes así lo deseen, con este tema de Ibañez:
En verdad la música militar y la profesión militar las llevo bien dentro de mi ser, las he vivido y admiro a quienes en cualquier lado se encuentren en esta degradada guerra colombiana, viven un espíritu de guerreros que no de bandidos y que al igual que brujas y duendes, que los hay los hay, a todos ellos Oficiales e integrantes del Ejército, de la Armada, Fuerza Aérea, Policia, mandos y soldados de las FARC-EP, de las Autodefensas, del ELN, etc., les congratulo que no es decir que comparta y por lo contrario les invito a propiciar un giro para que Juan pueda regresar a casa:
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