jueves, 13 de enero de 2011

LA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA TRAS EL ESPEJO O LAS TRAMPAS DE LA SEGURIDAD EN GENERAL

seguridad tras el espejo 1

 

 

En un mensaje de navidad y saludo de año nuevo incluí la siguiente gráfica:

 

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Frente a las murallas de Cartagena aparece un anuncio sobre la disminución de homicidios en el año 2008, y en mi saludo era evidente el propósito de hacer visible hasta donde era posible las contradicciones que se observan no solamente en La Heroica.

Fueron varias las respuestas y comentarios y entre ellos quiero resaltar la siguiente nota del Colega Oscar Salamanca :

“Profesor, veo que las vacaciones se nos confunden a todos con deseos de cambios, incluso de orden social y económico, incluso cuando simplemente paseamos por el boulevar de las cocadas o nos metemos en zapatos viejos de otros. Cartagena, la inequidad total de Colombia ofrece los contrates más desparpajados: un cojo frente a unos zapatos gigantes de bronce; un tuerto frente a la pobreza extrema de la mayoría de sus habitantes y un juguete de arena como castillo para quienes aún no perdemos la nostalgia de insistir en ver las cosas simplemente bajo una palma de cocos recién robados.”

 

En este mismo marco de mis anotaciones de fin-comienzo de año, de modo claro, preciso, conciso, me compartió un amigo e interlocutor en materia de la comprensión de los fenómenos de criminalidad y violencia su opinión:

 

"Esa tendencia panóptica (Michel Foucault) está orientada a ejercer un control social especialmente a los sectores marginados (estratos bajos) o los que están amenazados a la marginación (estratos medios) en el competente sistema globalizado, para ejercer dominación, esperando precisamente una resistencia (actos de pequeña criminalidad) que justifique el ejercicio del dominio que pretende astutamente invisibilizar las inequidades del sistema."

 

Le respondí:

 

“Tu afirmacíón es en sentido hegeliano la síntesis de múltiples determinaciones que felicito y que de hecho me estoy apropiando de ella. Es un privilegio poder intercambiar estas opiniones contigo, muchas gracias, ...”

 

Sin salirnos del campo seguridad y en esta misma relación tuve oportunidad de  leer la siguiente nota de Renny Rueda Castañeda:

 

La seguridad democrática, los homicidios y la supervivencia de estructuras narco criminales en Colombia.

Por: coyuntura_internacional

El 29 de diciembre del año 2010, en horas de la noche, el actual ministro de defensa Rodrigo Rivera, en el programa pregunta Yamid, de CM&, presentó un balance de su cartera con el que sugirió demostrar reveladores progresos en materia de seguridad en Colombia. La entrevista, que bien pudo haber pasado desapercibida, no lo es al contemplar el contraste de la imagen que la actual y la anterior administración tienen respecto a la noción de seguridad, y la cifras reales en materia de homicidios, que arrojan recientes estudios e informes, incluidos los del gobierno nacional.

El día jueves 30 de diciembre, en una alocución a nivel nacional, el presidente Juan Manuel Santos expresó en su discurso, que al finalizar el año, se registraron aproximadamente 580 muertes violentas menos que en el 2009, y que por ello Colombia, va y seguirá bien. Lo que el ministro Rivera, y el actual mandatario no ponen en contexto, es el hecho de que el año pasado, según el Informe Forensis 2009 del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, el país registró el mayor número de homicidios contabilizados desde el 2003, con una cifra total de 17.672 personas muertas, aproximadamente 3.534 homicidios más que en el año 2004, cuya cifra fue de 14.038.

Si se comparan las cifras del gobierno nacional, con las del Instituto de Medicina Legal, luego de más de 8 años de la política de seguridad democrática, Colombia cierra el año 2010, con aproximadamente, un total de 17.092 muertes violentas, la cifra más alta desde el año 2004, con excepción del año 2009. Lo anterior, debe valorarse, a la luz de que el descenso en muertes violentas, registrado en el periodo 2002-2003, no se debió exclusivamente a las acciones militares y de control del territorio lideradas por la fuerza pública, al inicio de la administración de Álvaro Uribe, sino también al acelerado descenso de la tasa de homicidios en Medellín como consecuencia del poderío de “Don Berna”, luego de recuperar territorios antiguamente bajo control del Bloque Metro y las milicias guerrilleras. En esos 2 años, Medellín, la ciudad que encabezaba el registro del año 2002, disminuyó su tasa de 177.2 homicidios por cada 100.000 habitantes, a 56, en el año 2004, lo que significó un descenso en el número total de homicidios a nivel nacional de 2.267 casos.

Pretender, como se ha afirmado en declaraciones anteriores, que Colombia se encuentra en este momento en el principio del fin de las confrontaciones contra la narco delincuencia, llámese guerrilla, paramilitares o bandas delincuenciales, por una reducción en las cifras de criminalidad comparativa con el año 2009, es asumir una posición que no se concilia con la realidad de la última década. Si bien es cierto la política de seguridad del presidente Uribe ha implicado descensos en las cifras de delincuencia a nivel nacional, también es cierto que en los últimos 6 años, a pesar de los esfuerzos de la fuerza pública, no se ha logrado continuar con la misma tendencia, con un sustancial ascenso de las muertes violentas en el año 2009, que pese a los esfuerzos del año 2010, no logran presentar un verdadero punto de inflexión.

A pesar de los notorios reveses experimentados por las FARC y las estructuras paramilitares en Colombia, la situación de orden público actual aún plantea serios interrogantes. Aunque entre los años 2002 al 2010, el pie de fuerza de soldados profesionales pasó de 21.908 miembros a 89.918, la evolución anual del número de miembros de la fuerza pública fuera de combate (heridos o muertos), presenta durante el año 2009 y 2010, cifras muy similares a las de los años anteriores. El informe Logros de la Política de Consolidación de la Seguridad Democrática, de la Dirección de Estudios Sectoriales del Grupo de Información Estadística del Ministerio de Defensa, con corte a Junio del año 2010, relaciona como el número de miembros de la Fuerza Pública, asesinados en actos de servicio, del año 2009, superó en un 25%, el resultado del año 2008, pasando de 373 a 468 asesinatos. La misma cifra, a junio del año 2010, llegaba a los 204 asesinatos, lo que podría implicar, si bien una probable mejora respecto al año 2009, una cifra al cierre del año superior a la del 2008. Adicionalmente, en el número de miembros de la fuerza pública heridos en actos de servicio, el resultado del año 2009 – 1.852 heridos – supera el número de los años 2005, 2006, 2007 y 2008. A junio del año 2010, el número de heridos en actos de servicio, se estima en 1.043, lo que preocupa dado el potencial incremento incluso frente al año 2009, y probablemente a lo largo de la década.

Lo que las cifras principalmente evidencian, es que desde el año 2008, y contra muchos pronósticos del gobierno del momento, se ha presentado un recrudecimiento de la violencia cuya más clara manifestación se evidencia tanto en las muertes de civiles, como de miembros de la fuerza pública. En ese panorama, es difícil no considerar que las recientes declaraciones del gobierno nacional puedan percibirse mas como una retórica propaganda, que como una objetiva descripción de la situación de orden público.

La reorganización de antiguas macro estructuras delictivas en descentralizadas organizaciones de narcomenudeo, el mantenimiento de condiciones de producción y exportación de cocaína a nivel nacional, que estimula la pervivencia de redes de corrupción, y el incremento desde el año 2008 de indicadores de violencia en algunas ciudades del país, especialmente en Medellín y Calí, deben convertirse en un motivo, para que desde el gobierno nacional se haga una seria y despolitizada apreciación de la supervivencia de estructuras narco criminales en Colombia, que mediante distintos mecanismos pretenden subvertir un orden que a pesar de logros de la última década, ponen aún hoy en día en serios aprietos de seguridad, tanto a la ciudadanía, como a la fuerza pública y en general al estado. Finalmente es necesario también preguntarse, hasta que punto la nación podrá en escenarios futuros prolongar el mantenimiento de un presupuesto en defensa, a todas luces desproporcionado respecto al resto de cuentas nacionales, y soportado parcialmente durante años por Washington, cuya aparentemente única y exclusiva solución al problema del narcotráfico radica en un prohibicionismo oportunista, que a lo largo de los años ha significado miles de muertos en Colombia -ahora también en México y Venezuela-,  un constante incremento del consumo, y un descenso histórico de los precios de la droga en el país del norte.

El autor contesta inquietudes o sugerencias en el correo rruedac.opinion@gmail.com

Renny Rueda Castañeda

y, así las cosas ya iniciado el 2011, tenemos para pensar y obrar.

 

seguridad tras el espejo 1 copia

martes, 11 de enero de 2011

EJERCICIO RECREATIVO: PROLOGO EN EL CIELO.

 

 

Esta es una simple muestra de lo que pudo haber sido y no fue: una buena grabación.  Para oídos sensibles es de advertir que se contienen peores estridencias que una primera lección de violín para descendientes de Frankenstein Sonrisa Como la voz resulta “gangosa” para evitar tal desagrado al comienzo, por pura prevención disminuya el volumen una vez llegado a este punto .

 

Pero, en fin, para algo puede servir esto. De hecho creo estar ya informado (la experiencia, la empiria), enterado, de todo lo que no debo hacer cuando pretenda llegar al inalcanzado propósito: una buena recreación, hasta de pronto mejor que las buenas y muy variadas que se pueden encontrar en Youtube

 

Prologo en el cielo. Lectura del texto de la edición de Editorial Bedout S.A., impresión del 9 de agosto de 1976. Técnicamente es una catástrofe, moriria de hambre como tecnico en sonido, edición etc., tuve la idea y las ganas de hacerlo y era esta una oportunidad para probar el softwar Camstudio y este es el resultado. Hay momentos en los cuales podrán ejercitar, quienes lo resistan, la facultad de reír de la cual se cuenta estaría privado el dios que conversa aquí con el demonio :)

 

Gracias anticipadas por sugerencias, criticas etc. pues esto como se acostumbra decir cuando hay pelea (aquí es conmigo mismo), no se queda así: esto se hincha. Puede mejorarse, o … empeorar, ¿por qué no?

 

Algunas de sugerencias de mi parte al interesado en el tema (la obra de Goethe y Fausto en particular) y como agradecimiento por haber llegado hasta estos dos puntos:

 

 

 

 

 

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Una buena noche (no creo que alguien pase por estos sitios a la hora del almuerzo) Sonrisa

 

ahhhhh … claro que me apena la pésima lectura que hice. Se trata de un ensayo.

EL ALMA DE LOS PERROS EN LA REGIÓN ECO-CAFETERA (sic)

*

UN DIVERTIMENTO NO MUSICAL A PARTIR DE UNA IMAGEN,  UN TEXTO TOMADO DEL CAPITULO DEL LIBRO “EL ALMA DE LOS PERROS” DE JUAN JOSE DE SOIZA REILLY Y UNA INVESTIGACIÓN PERIODISTICA SOBRE EL ASESINATO DE INDIGENTES EN PEREIRA.

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"...tonces qué doctor, una monedita pá un jabón..." 

Fotografia tomada por Julián Mauricio Barragán y compartida en su muro de Facebook.

Historia de un espíritu

**

*

— ¿Quiere usted verlo?

Yo quería verlo. Sí... Yo quería contemplar por última vez el raro gesto de aquel artista que iban a fusilar. La agonía de un hombre de talento es un bello espectáculo que s61o pueden comprender loa poetas, los pájaros, los perros y las mujeres.

—-¿Quiere usted verlo?

—Sí; quiero verlo.

Y lo vi..., ¿Por qué lo vi? El reo estaba en el fondo de una pequeña pieza. Era la capilla. Una pieza muy triste, muy vacía, muy obscura, con un altar en el ángulo y un cura en el otro. Al entrar, el penado me mir6 cruelmente con la dulzura de sus ojos de santo. Me mir6 cruel­mente... Tal vez con demasiada crueldad. Quizá con exceso de angustia... En silencio, le estreche ambas manos. ¿Por qué? Yo no sé. Pero, en silencio, le estreche ambas manos...

* * *

Era un hombre joven. Pintor de telas famosas, celebres, discutidas, expulsadas de todos los concursos. Tenía treinta años. Y ese escaso montón de vida le pesaba tanto como su inteligencia, infectada de microbios de genio. Adivinabase que el dolor y el placer le habían transformado el rostro en una extraña mascara de pena. Sus ojos llenos de bondad y su boca llena de amargura, se unían en la complicidad de una sonrisa inmóvil. Inmóvil sonrisa que parecía de muerto.

'Cuando supo quien era, no me conoció. Hablamos de cosas frías y de cosas cálidas. Los astros nos hicieron decir frías trivialidades... Yo hable del sol. Y él, a propósito del sol, quejóse de los muchos ratones que lo maltrataban en aquella habitación tan tenebrosa... De repente, sin que yo le hubiera preguntado nada, díjome:

— ¿Sabe usted por qué me matan?

Yo sentí un placer inmenso. Mi temperamento—mi temperamento sutil!, tan refinado por las crueles asperezas de los hombres, y tan pulido por el dulce contacto de los animales— goza con lo imprevisto. Tengo médula de San Antonio. Acaso desciendo de algún león africano, transformado por Merlín en hombre...

— ¿Sabe usted por qué me matan?

Entonces, el asesino, ese pobre artista moderno, cuyos cuadros fueron siempre geniales porque tuvieron mucho de locura; ese valiente pintor de razas, de visiones, de espíritus; ese desdichado reo que iban a fusilar, me contó un salvaje ensueño de pesadilla, de delirio, de fiebre, de histerismo. Uno de esos ensueños que suelen tener las mujeres hermosas cuando, en la noche de verano, duermen sobre el lado izquierdo de su pecho, con el seno oprimido y el corazón acalambrado...

Y me narró la historia de su pobre alma tísica. Alma nerviosa, epiléptica, loca...

Oíd:

— Nunca sentí gran apego a la vida. Vivir me pareció siempre la tontería menos útil al hombre... Me pareció la virtud menos necesaria. No obstante, yo estaba obligado a vivir para comprender la inutilidad de la existencia. Viví. Trabaje. Hice cuadros. Si ellos encierran algún mérito, es sin duda porque nadie comprende lo que valen ni lo que significan. Lo mismo sucede en el mundo. El mundo dejara de ser una tienda de novedades, de bellezas, de joyas, cuando los hombres conozcan todo lo que él encierra... Cansado, pues, de la vida rutinaria, de la vida vagabunda y siempre igual, quise elevarme por encima de mi propio espíritu. Quise hacer algo nuevo. Algo digno de mi siglo. Algo digno. Algo bello... Quise sentir é interpretar sensaciones mejores. Nuevas... Quise gozar misterios invisibles. Pecados...

—Pero ¿y el crimen?

—Bueno. A eso voy... No diga el crimen. Diga el experimento de un alma rabiosa que revienta de sed y que se muere de hambre... ¡Me matan nada más que por eso!

— ¿Cómo?

—Sí. Instalé en el Retiro, cerca de los murallones, mi taller de pintor. Solicite en todas las formas modelos de seres hambrientos. Desfilaron muchos. Eran hombres, mujeres, niños. El sexo érame indiferente. La edad también. Yo exigía únicamente que fueran flacos. Y negros. Muy negros... Pero no encontraba. Todos loa modelos que se me ofrecieron eran opulentos de carne. De carne rubia, fresca, blanca, a pesar de que algunos no poseían nada mas que el pellejo... Yo quería un cadáver viviente. Yo buscaba un espectro. Ó algo más: yo deseaba la sombra de una sombra... Quería componer mi último cuadro. Mi cuadro estupendo. Póstumo. ¿Sabe usted lo que yo quería pintar? Yo quería pintar un alma colectiva. Un alma atormentada, infeliz, repleta de flaquezas, plagada de temblores, henchida de vejeces, llena de obscuridades. Para eso necesitaba un cuerpo bas­tante horrible, bastante macabro, bastante artístico, que me sirviera de modelo. Y vinieron muchos. Muchos. Sólo que ninguno era bueno. La procesión de esqueletos duró varios días. Por mi taller pasaron todas las flacuras, todas las escualideces, todas las carnes resecas de los conventillos, de los callejones, de los hospitales, de los manicomios. Pero no venia el mo­delo esperado... Por fin, una tarde concebí un proyecto encantador. Lo concebí ante un nuevo modelo recogido en la calle. Era un negro. Un viejo vagabundo. Un habitante de los arrabales. Un pastor de estrellas. Era un negro. Un negro mudo y flaco. Muy flaco. Espantosamente flaco. Flaquísimo... Pero no tan flaco como yo lo preciaba. Sin embargo, me quede con el... ¿He dicho a usted que era mudo? Si... Mudo... Le faltaba la lengua. Hasta la raíz... Un cáncer.

¿Comprende?... Era un negro delicioso. Ni siquiera podía gritar... Bueno. Acepté al negro. Lo lleve al fondo del taller, junto al gallinero. Lo até con fuertes sogas. A un poste de flandubay. Cerré todas las puertas... Prepare mi caballete, mis pinceles, en fin. Y me senté frente al raudo. Frente al horripilado. Yo esperaba... Y esperé así dos largos días. Tres días. Cuatro. Cinco... El negro retorcíase como un toro, como un pez... Sus huesos rechinaban, crujían, crepitaban... Cada diez horas le daba un trozo de pan y un trago de agua con el objeto de que no se muriera. Yo quería llevar su flacura a un grado extreme, sin que su vida se apagara. Con un látigo apresuraba el enflaquecimiento de ese cuerpo marchito. El negro quería gritar. Pero ¿cómo? ¿Y el cáncer? ¿Dónde tenía la lengua?... Créame; era una escena hermosa. Muy hermosa... Cuando pasaron ocho días, la espesa mota de mi modelo emblanqueció. Fue una tragedia silenciosa. Los dientes, poco a poco, se le fueron cayendo. Los ojos se le escaparon una pulgada de las órbitas. La columna vertebral se le torció. La boca acerc6aele al estómago... Al decimo día mi modelo ya iba siendo aceptable... Pre­pare mis pinceles. Coloquéme a la expectativa. Esperando... Aguardando el supremo instante. Aguardando la mueca trágica. Ansiando la soñada flacura. El bello gesto final... Cuando se le cayó el último diente dí la primera pincelada... Era de noche... De improviso, como una fatalidad, un rayo de luna visitó de blanca luz el cadáver del negro... ¡Maldición! Un cadáver con mortaja de plata, no podía servir para mi cuadro... No pude hacerlo... Me tomaron preso... Ahora me van a matar con ocho tiros. ¡Qué muerte tan vulgar! ¡Qué vergonzosa muer­te!... Yo merezco ser ajusticiado con la muerte del negro... Así, en mi propia agonía, en mi propia flacura, en mi propio dolor, hallaría fuerzas suficientes para copiar el alma neurasténica y maldita de mi generación...

 

 

Después sonaron los ocho tiros...

 

 

 

*

* *

 

 

 

 

El texto de Soiza Reilly ha sido reproducido por el suscrito Guillermo Aníbal Gärtner Tobón para uso personal y de los amigos. Esta reproducción fue provocada al contemplar una imagen compartida por Julián Mauricio Barragán como "...tonces qué doctor, una monedita pá un jabón..."  que me hizo recordar de inmediato esta lectura de mediados de los años 60 del libro titulado EL ALMA DE LOS PERROS que Jorge Ospina había regalado a mi hermana Blanca Luz, y un trabajo reciente del amigo y comunicador Juan Miguél Alvarez sobre el asesinato de indigentes en la ciudad de Pereira publicado en la revista EL MALPENSANTE con el título TIROS DE GRACIA.

lunes, 10 de enero de 2011

LA DESNUDEZ SOCIAL

 

LA DESNUDEZ DEL SER HUMANO O LA DESNUDEZ DEL NIÑO

la sagrada familia dresden

Tesoros de la pintura en la Galeria de Dresde

Henner Menz – Ediciones Daimon pag. 84 - 85

 

Explicables y justificables las prevenciones frente al abuso de los menores constituyen las discusiones mas recientes sobre ello y la pedofilia en particular un campo complejo que no se  presenta ni se deja presentar en formulas matemáticas.  La histeria que hechos recientes generados y discutidos en relación con hechos criminales de pedofilia entre sacerdotes de la iglesia católica han desatado  (sic) conduce a situaciones insólitas y todo parece indicar que ese estado de ánimo puede generar riesgos no previstos por quienes caen acrítica, irreflexivamente, en esa ola.  Las puertas para romper o bien para confirmar desarrollos culturales importantes entre ellos la presunción de inocencia, la carga de la prueba, el debido proceso, están abiertas.

Para muestra un botón.

En fecha reciente (diciembre de 2010) fué retirada una imagen que compartí en la fotocommunity la cual fue publicada por el diario EL MUNDO de Medellín 30 años atrás el 2 de enero de 1980 . Los argumentos del censor fué el siguiente: 

 

“I removed your picture "Am rande des weges" due to nudity
which is not ollowed in any open channels.
Especially the showing of a small child in such
circumstances is not advisable with all the issues about
pedofiles going on these days.
Fotocommunity would attrackt a sort of visitors we do not
really want to have here.”

Mas asombrado que disgustado por esta decisión escribí lo siguiente a la comunidad que el censor expresó representar y en cuyo nombre tomó tal decisión:

 

--- El dom, 12/19/10, Guillermo Gärtner <guillermogaertner@yahoo.com> escribió:


De: Guillermo Gärtner <guillermogaertner@yahoo.com>
Asunto: Re: Support-Nachricht [#94U3Fv469058]
A: "fotocommunity User-Team" <support@fotocommunity.de>
Fecha: domingo, 19 de diciembre de 2010, 08:37 am

Leí con asombro el concepto para retirar la foto "al margen del camino" que corresponde a la imagen de un niño en un estado de absoluto abandono en el campo. Sobre el concepto emitido ("Especially the showing of a small child in such circumstances is not advisable with all the issues about pedofiles going on these days.") y con todo respeto considero que es ostensible en la imágen cuestionada que la desnudez es incidental y solamente -es mi concepto personal- una  mentalidad estrecha puede considerar que exista en esa imagen o que a través de esa imagen se expresa una intención "pedófila", termino que empleado en la nota se torna ofensivo sin justificación diferente al sesgo subjetivo del juzgador. 


No insistiré ni apelaré la decisión y dejo este incidente como un hecho anecdótico y curioso que marca la condición de la confusión humana.


Estando en época de Navidad siento que el concepto  así afirmado como ocurrió en su decisión puede llevar a suprimir las imágenes del Niño Dios (Jesús en la Cuna) por lo general presentado desnudo en los pesebres decembrinos.


Con un saludo cordial y deseándoles una feliz navidad y un año nuevo pletórico de éxitos,


Guillermo A. Gärtner T.

Esperaba una respuesta de la comunidad de la cual hago parte ya hace varios años pero hasta la fecha esa respuesta no se ha producido así que pasados los días he tomado la decisión de hacer publico en la red este incidente que me parece de interés no solamente desde perspectivas éticas sino también políticas y jurídicas.

No pretendo en este momento reiterar mi argumentación, ampliarla o sustentarla desde esos enfoques jurídicos, políticos, éticos, sino simplemente dejar un testimonio para nutrir una discusión que no terminaré en este incidente.

La imagen en cuestión corresponde a unos momentos registrado por mi viejita Pentax KM cuando me trasportaba en mi motocicleta entonces una XR 210 por los caminos de la vereda La Capilla en jurisdicción del municipio de Santa Rosa de Cabal.  No fue mi intención ni se me pasa por mi mente que las circunstancias a representar o representadas en la fotografía fueran o sean las que atrajeron la atención del censor, la desnudez de “esa parte” era y es incidental, lo esencial que quice protocolizar en o con la imagen es la desnudez de la miseria humana que no diferencia entre edades ni géneros.

La Comunidad de Fotógrafos (Fotocommunity)  a la cual como lo reitero pertenezco,  admiro y respeto, tiene instancias para la publicación de desnudos, pero en el caso sub-judice, o en discusión, consideraría una impertinencia de marca mayor concebir que mi fotografía del niño abandonado a la vera del camino pertenece a una exposición de desnudos y no a una de critica social o de carácter humanístico.

Como las palabras poco dicen y deben ser las imágenes las que hablen, aquí están:

 

 

historia de una imagen sobre la desnudez del ser humano

 

 

Para terminar estos apuntes me pregunto si, dado el hecho que “such circumstances is not advisable with all the issues about pedofiles going on these days” , ¿la Galeria de Dresde u otras galerias de arte que albergan imágenes semejantes a la que he colocado en primera línea en esta provocación al debate, se ha o han convertido en fuentes de atracción para esa “sort of visitors we do not really want to have here”?, y como esta son muchas las preguntas que se nos ocurren y me despido con esta:

 

¿Asi como puede hablarse de una desnudez erótica podríamos hablar de una desnudez social?

 

tunel 2

¿Entramos o salimos del túnel?