sábado, 3 de julio de 2010

DE LA VIDA, LA MUERTE , EL RECUERDO Y EL OLVIDO

 

 

 

silvio jaime alberto guillermo copia

 

 

Recordando, viviendo, a Silvio González, el ingeniero mecánico con varios posgrados y que en su tarjeta de presentación decía: “simple mecánico de motos”.

 

Escribí a una amiga esta mañana como: “al mover varios textos cayó de uno de ellos el recorte de prensa del año 1981 que te comparto. Y, fue grande mi sorpresa pues no tenia registrado en mi memoria que hubiese guardado la noticia de la muerte de Silvio González un amigo a quien siempre llevo vivo en mi ser.

 
Y, qué tiene que ver Silvio y ... claro ahí está el asunto!, su muerte con el tema que estamos tratando de desatar?. Pues bien que una de las entradas o mejor "ligas" que se presentaron para que Silvio y yo nos sintiéramos AMIGOS se dio cuando llevé a su taller de motos arriba de la placita de La América en Medellín, mi moto (entonces una potente Honda XR 250 con la cual y con el desde ese entonces amigo Silvio, practiqué el moto-Cross y otras maromas) y cuando entré el vehículo, Silvio estaba leyendo y hablando con su hermana Laura un libro titulado "Vida más allá de la muerte" .


Tiempo después, el día de su "muerte" Silvio me recogió en mi casa en Santa Mónica para que viajáramos a cumplir con un deseo que tenia su familia en Entrerrios (no sé si así se escribe el municipio antioqueño) de conocerme. Saqué la moto de mi casa y cuando fui a dar el "cranazo" de encendido tuve una (indescriptible) sensación: bajé de mi vehículo y le dije al compañero de viaje que ya no iría con el, que me excusara y excusara con su familia y así pasó .... menos de dos horas después recibí la llamada del hecho que registra la noticia en El Colombiano.

silvio gonzalez

 


¿Qué digo?, ¿Qué opino?, ¿Qué pienso?, NADA, simplemente siento que Silvio se metió aquí y ahora en nuestra comunicación y no como un zombi, un resucitado, o algo así? No, simplemente ...  , no son cosas de expresar así de simple con palabras.

 

 

 

***

jueves, 1 de julio de 2010

¡ OH LIBERTAD !

 

 

Escrito mío publicado no se cuándo ni en qué medio :) pero podría ser de hoy por este medio, de hecho lo esta siendo (das Seiende):

 

Cuando hablamos de de totalitarismo estamos generalmente pensando en la supresión de la libertad bien supremo, como relación material del hombre con su entorno social y natural que vale la pena ser conservada y pocos son quienes están dispuestos a sacrificarla al deseo de poder de un individuo o grupo de tales.

La expresión misma se presta a múltiples interpretaciones según se conciba la realidad del hombre. La lucha por la libertad en todos sus aspectos (económica, política, espiritual, personal, nacional) se refleja así en la historia del pensamiento, en la historia de la filosofía entendida como la consideración reflexiva del hombre sobré sí mismo y el universo (Weltanschauung).

Aristóteles (Nikomachische Ethik, III, 3) diferenció el comportamiento libre del hombre del actuar involuntario siendo este último el ocurrido bajo la fuerza y con base en la ignorancia, relacionando directamente el acontecer libre (la libre decisión), con el saber o conocimiento de las particularidades de la acción.

Esta concepción indudablemente es limitada. La libertad en épocas posteriores y como concepto que desarrolló el catolicismo se ha entendido como pura libertad espiritual cuya meta final y más elevada sería Dios con la muerte y de acuerdo a la existencia terrenal llevada por el hombre (su espíritu, el alma) alcanzaría tal meta, la Iglesia sería mediadora, conductora además, en ese devenir hacia la libertad, hacia Dios. En cualquiera de estas concepciones está ausente la consideración de la libertad como fenómeno social. Son concepciones individualistas, personalistas, que en todas formas han contribuido a darle realidad al concepto.

En los momentos de Rompimiento con la herencia feudal, los ideólogos de la "burguesía" reelaboraron el concepto de libertad como exigencia social que representaba indudablemente la instauración de nuevas formas de dominación. Spinoza toma la libertad como relación dialéctica frente a la necesidad objetiva, esto es frente a lo que ocurre fuera de la conciencia del individuo aislado. Decía este filósofo que "designo una cosa como libre cuando existe y actúa a partir de la necesidad de su naturaleza". Voluntad y entendimiento serían la misma cosa, la libertad crecería, germinaría, al unísono con el entendimiento humano.

Kant, y lo que pudiéramos generalizar como la filosofía clásica y alemana, se ocupa de criticar las limitaciones del determinismo mecanicista, y sobre el concepto de libertad y su realidad, el filósofo de Koenigsberg planteó que siendo el hombre ciudadano de dos mundos, el mundo natural de los fenómenos y el mundo inteligible de las cosas en sí (Dinge an sich), estaría por lo primero causalmente determinado pero en cuanto a lo segundo podría el hombre realizar la libertad corporizada en la ley moral (Sittengesetz). Fichte llegó a absolutizar la libertad como actividad creativa del "Yo" (Ich), fue Hegel quien por fin toma la libertad como una categoría histórica retomando la idea de Spinoza como relación dialéctica frente a la necesidad.

Nuestra Constitución Nacional, producto de hombres influidos por el pensamiento revolucionario europeo, consagra el ejercicio de las libertades individuales aunque en forma bien contradictoria pues la libertad, el ente social, de la nación, que tendría expresión en la soberanía parece en cuanto a su ejercicio real, devenida de Dios y, precisamente de un Dios particular cuyos representantes (vicarios) serían los de la Iglesia Católica (apostólica y Romana) con carácter de exclusividad. Y, digo que esto es contradictorio cuando pienso en la garantía constitucional de la libertad de conciencia la cual estaría de hecho (legalmente), anulada por la primera determinación.

Esa contradicción llega a cobrar particular vida cuando observamos cómo en nuestro medio se habla por los supuestos hombres libres, de ideologías foráneas, de los peligros del materialismo, del miedo ante el avance de las ideas comunistas, ¿o será esto, libertad de conciencia? ¡Oh, libertad!

Ahora tendrá mucho que decir sobre la libertad (no precisamente sobre él predio rural tan famoso de su hijo) el ex-presidente López a quien la Iglesia Católica (sus representantes) ha replicado fuertemente ante su planteamiento de una separación entre Estado e Iglesia. A lo mejor esta discusión constituya elemento motivador hacia la revitalización y modernización de nuestro Liberalismo. Objeto de tratamiento posterior será la libertad de los pueblos de darse el sistema social, la organización política que deseen.

Mientras tanto y como bien apenas anhelado porque no realizado en nuestro país para las mayorías nacionales, termino diciendo, ¡Oh, libertad!

 

 

 

 

***

¿SE GANÓ LA LUCHA CONTRA LA SUBVERSIÓN?

 

Aprovechando el primer día de “vacaciones” (la vida misma no las otorga) y con la pretensión de organizar papeles encontré un recorte de prensa al cual olvidé colocar el nombre del diario y la fecha pero que el interesado bien podría descubrir precisando la fecha en la cual Carolina Barco asumió la Cancillería colombiana.

 

Se trata de una nota editorial firmada por ERNESTO YAMHURE publicada muy presumiblemente en EL TIEMPO bajo el título POLÍTICA ANTISUBVERSIVA.

 

Volviendo a leer la mencionada nota editorial sentí el impulso de volver sobre sus contenidos para pensar y repensar lo que ha ocurrido en ese campo de la llamada lucha o guerra contra la subversión. Para analistas políticos e historiadores creo que el escrito de Yamhure tiene un valor indiscutible y sin más palabras ni comentarios de mi parte, transcribo la citada nota:

 

“ERNESTO YAMHURE

POLÍTICA ANTISUBVERSIVA

 

Con la llegada del nuevo gobierno se pondrá en marcha lo que el país necesita desde hace algunos años: una política antisubversiva que atacará todos los frentes de la guerrilla.

Hace poco, conversaba con un experto en defen­sa y seguridad nacional y me alertaba sobre el error en el que hemos caído los colombianos. En efecto, me recordaba que en la guerra de Vietnam, las tro­pas norteamericanas contaban y contaban cadáve­res del vietcong creyendo que estaban arrasando con los comunistas, pues el número de enemigos abatidos era impresionante. Tarde fue cuando los gringos se dieron cuenta de que aunque estaban ga­nando las batallas, la guerra estaba perdida.

Lo que les pasó a los norteamericanos debe ser­virnos como referente, sobre todo en esta nueva etapa del conflicto que comenzará el 7 de agosto. Si bien las Fuerzas Militares deberán incrementar el número de operaciones y volverse más ofensivas que defensivas, es necesaria una política integral an­tisubversiva cuyo objeto sea el de combatir todos los frentes en los que se mueve la guerrilla, en palabras de ellos, sus "medios de lucha".

En el campo internacional, la nueva Canciller ten­drá que ser enfática en dos temas. Por un lado, la revi­sión profunda de los miembros de las misiones diplo­máticas, porque es irrefutable que algunos embajado­res colombianos han tenido contactos con la guerrilla y que en las misiones hay infiltrados. Bastaría con re­visar la nómina de la Embajada en Suecia y sorpren­derse al descubrir la doble vida -en lo político- de uno de sus secretarios. El segundo aspecto en el que Caro­lina Barco tendrá que meter el hombro decididamente en los asilos que algunos gobiernos europeos han concedido a representantes de las Farc, quienes se aprovechan de esa condición para mantener bien aceitadas las redes de tráfico de armas y de coca.

Pero será acá, en Colombia, donde se tendrá que ac­tuar sin vacilaciones y por eso tenemos que oír muy bien lo que ha dicho Fernando Londoño. El no es un chisga­rabís que habla por hablar. No, todas sus intervenciones desde que lo designaron en el Ministerio de Interior y Justicia tienen una razón de ser y no responden a las pa­labras de un 'pelietas' como lo han querido mostrar sus malquerientes. Por ejemplo, no hay nada más cierto que Colombia está siendo objeto de una conspiración co­munista que pretende abrir el camino para que las Farc lleguen al poder. Los que no creen en lo que Londoño ha dicho, que se sienten a esperar resultados. La política antisubversiva traerá consigo una batalla frontal contra los congresistas al servicio de las guerrillas, los magistra­dos, sobre todo de la Corte Constitucional, que expiden sentencias bastante sospechosas. En la Fiscalía, en los organismos de control, en los sindicatos, en las univer­sidades públicas y privadas -ojo con éstas- y hasta en los gremios de la producción se han ido incrustando gér­menes guerrilleros que hay que extirpar cuanto antes y Londoño ha sido el único Ministro en muchos años ca­paz de decirlo sin rodeos.

Así, pues, la guerra contra la guerrilla no sólo hay que hacerla en el campo. Bastante equivocados están quienes creen que a plomo se acaba con el problema. Si hoy matan a mil guerrilleros, en dos meses ya hay otros en su reemplazo. En cambio, si comenzamos a desarti­cular esos frentes ideológicos comandados por acadé­micos, abogados, políticos que bien saben camuflarse en el Jockey, la guerrilla comenzará a tambalear, porque sin llamarnos a engaños, los cimientos de las Farc y del Eln no están en las montañas de Colombia, sino en Bo­gotá y, claro, en San José de Costa Rica.”

***

 

La pregunta es: ¿qué sigue ahora?, ¿puede seguir hablándose de SUBVERSIÓN en Colombia?, los subversivos han (sido) desaparecidos, el campo dejado por ellos es el del TERRORISMO: ¿lo habitan los mismos actores sociales mencionados en el escrito aquí compartido?.

 

 

***