jueves, 24 de noviembre de 2011

NO NOS DIGAMOS MENTIRAS





EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS


Auditorio del Comando de Policía Región 3 y Departamento Risaralda

Taller sensibilización en DDHH y DIH - Año 2010


Como resultado de mi experiencia como simple terrícola, persona, como abogado, militar, funcionario público, como académico, como individuo comprometido con el campo de los derechos humanos y por la construcción de formas de vida de mejor calidad en materia de convivencia y seguridad, puedo afirmar sin animo de joder la vida ni de molestar a alguien, que la problemática de los derechos humanos es transversal a toda la sociedad y no una situación de confrontación de dos polos mutuamente excluyentes: los actores armados incluidos los institucionales de una parte y de otra parte, la sociedad civil.

Construir entre los conglomerados o colectividades vinculadas directamente al conflicto armado una cultura de respeto a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario no resulta sencillo. Puedo dar testimonio que al menos dentro de las instituciones de la FUERZA PÚBLICA tal como ellas se conciben en el orden constitucional por lo menos se ha arrancado y es doctrina oficial y compromiso institucional. La situación en relación con los llamados "ejércitos" irregulares, ilegales, subversivos y contrainsurgentes (guerrilla y paramilitares) no presenta el mismo panorama y así algunos de estos actores invoquen el tema DERECHOS HUMANOS y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO ahí la cosa es grave. La opinión pública conoce de eventos en que agentes de los organismos armados del Estado han sido sometidos a investigación y juicios por responsabilidad penal y/o administrativa, pero no se conocen de casos similares en los campos de las organizaciones armadas irregulares, fuera del orden jurídico estatal.

Para formarnos una idea de la complejidad de este asunto piense y pregúntese quien por este sitio pase y se sienta de alguna manera "provocado", tocado por así decirlo, afectado o inclusive "chocado", si es o no un hecho notorio, evidente, que generar cultura de derechos humanos en las instancias socializadoras civiles, de la sociedad no militar supuestamente libre y democrática, pensadas para la deliberación y el desarrollo humanista, por ej. LA UNIVERSIDAD, es todo un camello, complicado, riesgoso, tenso y tensionante, que se ha quedado mas en la teoría que no en las realizaciones prácticas, ¿qué decir en estos campos directamente comprometidos en los momentos más dramáticos, complejos, difíciles, absorbentes, no precisamente dados para la deliberación, como son las instituciones armadas, la Fuerza Pública?