domingo, 20 de julio de 2008

PAPÁ - CANGURO



Pensando y sintiendo, viviendo (a) la Hermana en comunión con el padre:







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"SER PADRE




Guillermo Aníbal Gärtner Tobón




Este escrito quiero en realidad dirigirlo a mi padre y compartir mis sentimientos con lectores de LA TARDE de algunos de los cuales puedo presumir llegan a esta columna movidos mas por el hecho de tratarse del "hijo de Mario" que no precisamente por mis propias ejecutorias.


Nuestro medio está dominado por un fetichismo frente a la imagen materna en detrimento del padre. Bien conozco el inconmensurable amor de mi viejo por su adorada Esther y claros son mis propios sentimientos para con mi inolvidable madre quien fuera la insustituible compañera por más de 50 años de Mario Elías en las batallas para darle sentido a la existencia de nuestro grupo familiar y de cada uno de nosotros en particular, Por lo anterior no podría sospecharse la existencia, en mi conciencia, de sentimientos negativos frente al rol maternal, y en un sentido totalmente contrario puede entenderse mi pretensión como la simple realización de una crítica a la ingratitud generalizada frente a la paternidad y expresada en frases como "madre no hay sino una y padre puede ser cualquiera"


Minimizar la función o el rol paterno puede en verdad constituir un fácil recurso de alivio para quienes padecen el "complejo de ilegitimidad" así llamado por el escritor antioqueno Fernando González. Intentando ser justos en nuestra apreciación creo que padre o madre no puede ser cualquiera; y en lo que va con mi propia experiencia me siento orgulloso de tener un padre como Mario Elías con todo su bagaje de vivencias, Anchurria, Quinchía, Santuario, La María, el viaje al Valle, los amigos y los amigotes. la esquina de Notaria y la barra de los Ospina, el teniente Almonacid, las sentencias en la equidad, las "llegadas de Medellín", la idolatría por Blancaele, las sociedades con Absasoto, la diplomacia y el sentido aristocrático de ancestro campesino y minero, la disciplina prusiana.


Las caminadas a la quebrada de Santa Elena, a los tanques, a los termales, los cuentos de tío conejo, de la madremonte, de la patasola, del duende, de brujas y espantos, todo esto me enseño mucho más que las bravatas de Don Felipe o tanto otro personaje que pretendió jugar en el aula el papel de "maestro" (con excepciones de quienes en verdad lo eran). Las frustraciones de ese placer de quedarse uno en la cama "haciendo perro" interrumpido con y por tu cantinela de "camarón que se duerme se lo lleva la corriente", las considero ahora mucho más aleccionantes en el buen sentido de la palabra que el aprendizaje de memoria del catecismo del Padre Astete, etc.

En resumen, frente a mi Padre, solamente tengo que decir: Gracias, inclusive por la ocasiones que me entraste a punta de rejo a la escuela Pedro J. Rivera interrumpiendo el interesantísimo juego de bolas y trompos que tenía ya en curso con Humberto el hermano de Yolanda la de Carlos Alberto.


Sé que suena "prosaico" pero creo que es bueno recordar en este dia del Padre, que el principio de nuestra vida individual que germinará en el vientre materno se encuentra ya en las entrañas del Padre, por esto .quiero para este día, antes que pensar en los posibles motives que llevaron a Freud a calificar de "complejo" el gran amor al padre, quiero simplemente darle un fuerte abrazo al mío y compartir esta emoción con los lectores de LA TARDE que pueden estar de acuerdo con que esto de ser padre, vale la pena!


Publicado en LA TARDE, sábado 17 de junio de 1989
























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