Se acabaron las "fiestas", muchos vistieron unos trajes ridículos imitando a unos trabajadores y chapoleras inexistentes, montaron en caballos prestados de traquetos, bebieron guaro como micas y bueno, Israel y Víctor "coronaron" reinas (cenicientas sin futuro y las ilusionaron por ocho días) hasta cantaron loas a la "legalidad" en Pereira y el mundo sigue su marcha :) y Brecht:
conserva su vigencia.
La Opera de Tres Centavos, conserva su valor universal.
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