viernes, 20 de junio de 2014

Memoria o vivencia personal sobre los procesos de paz.





(En construcción)

Algunos documentos.





Hablando de la Guerra, algunas reflexiones a modo de aproximación al entendimiento de la condición de los integrantes de las fuerzas armadas (del establecimiento y las insurgentes). El ser que integra los contextos mas acá y mas allá del "hombre de atrás" y los dominios por organización.



Hablando de los actores del Conflicto Armado.




Una constancia y no una cartilla o cosa parecida. Queda por fuera la consideración de patologías individuales de individuos que se dan en toda guerra y todo ejercito: enfermos, criminales morbosos que encuentran "refugio" para sus aberraciones en las prácticas de guerra. 



¿UNA GUERRA VICARIAL?

Articulo publicado en la revista EXPRESIÓN de la Universidad Católica de Risaralda).


Síntesis: "El CONFLICTO ARMADO INTERNO entendido como GUERRA REVOLUCIONARIA CONTRA EL CAPITALISMO Y EL IMPERIALISMO no fue en sus comienzos un hecho “interno” aislado, parroquial, nacional, sino un componente de propósitos estratégicos de una parte del movimiento comunista internacional y de otra parte un componente integral de la lucha encabezada por los países capitalistas mas desarrollados por defender el status quo y el orden mundial distinguido por un centro dominante altamente desarrollado encabezado por los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados principalmente Gran Bretaña, Francia, con unos intereses comunes definidos a partir de la postguerra por una periferia de países dependientes, subdesarrollados. Este así descrito de manera simplista constituyó el eje de la llamada GUERRA FRIA como confrontación de los dos grandes sistemas socioeconómicos que marcó el carácter de una época hasta el momento en que se produjo la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la desintegración del ya mencionado campo socialista."



En los años 70 residenciado en la ciudad de Medellín en unos momentos en los cuales la Justicia Penal Militar fue aplicada al juzgamiento de civiles en algunos delitos entre ellos el de rebelión fui requerido para asistir a ciudadanos de la región que resultaban sindicados o juzgados por la Justicia militar en Consejos de Guerra. Actué como defensor de tres ciudadanos antioqueños sindicados por el Ejército como auxiliadores del V Frente de las FARC. Esta experiencia personal puede ser consultada en forma amplia en un documento  que subí a la siguiente sitio de internet:


Durante ese proceso llegué a la convicción que la operación militar que lo sustentaba constituyó un esfuerzo político-militar de sentar jurídicamente el hecho de la existencia de una relación orgánica, simbiótica, entre el PARTIDO COMUNISTA DE COLOMBIA (línea Moscú) y la guerrilla FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA.  Al fallar esta “operación jurídica” se abrió camino a una sistemática, continuada, eliminación física de integrantes de las organizaciones políticas que en el criterio militar constituían las bases de apoyo de la organización guerrillera mencionada, en otras palabras, se abrió la compuerta a la GUERRA SUCIA como una expresión de la lucha continental contra el comunismo internacional.

Para mi propio consumo considero que la criminalidad de los actores armados en Colombia a partir de la irrupción de la guerra subversiva y antisubversiva a mediados de los años 60 y que aun no concluye en este año de 2013, constituye una expresión local del fenómeno global de la guerra fría y su prolongación a manera de supervivencias atávicas hasta el presente.

En estas condiciones se han producido aberrantes crímenes (masacres, desapariciones forzadas, falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, torturas, entre otros) condicionados por un complejo proceso histórico de la así concebida como lucha o guerra contra el ENEMIGO INTERNO racionalizada con identificables componentes ideológicos (también adobados con conceptos políticos y religiosos).  Queda en mi percepción explicado y justificado con fundamentos el concepto que no se trató ni se trata de casos aislados sino que enmarcaban y se subsumen en un contexto criminógeno dentro de un mismo propósito de neutralizar y destruir al así llamado ENEMIGO INTERNO.

El CONFLICTO ARMADO INTERNO entendido como GUERRA REVOLUCIONARIA CONTRA EL CAPITALISMO Y EL IMPERIALISMO no fue en sus comienzos un hecho “interno” aislado, parroquial, nacional, sino un componente de propósitos estratégicos de una parte del movimiento comunista internacional y de otra parte un componente integral de la lucha encabezada por los países capitalistas mas desarrollados por defender el status quo y el orden mundial distinguido por un centro dominante altamente desarrollado encabezado por los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados principalmente Gran Bretaña, Francia,  con unos intereses comunes definidos a partir de la postguerra  por una periferia de países dependientes, subdesarrollados. Este así descrito de manera simplista constituyó el eje de la llamada GUERRA FRIA como confrontación de los dos grandes sistemas socioeconómicos que marcó el carácter de una época hasta el momento en que se produjo la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la desintegración del ya mencionado campo socialista.

Plantear que esta guerra (CAI) ha sido y es una guerra vicarial seguramente irritará a algunos de sus guerreros que han actuado y actúan en la intima convicción, unos, de estar defendiendo un orden de libertades que amerita sacrificar la vida, la propia y la de otros, por custodiarlo, los otros en la convicción de estar en igual esfuerzo por su deseo de lograr la destrucción de un régimen corrupto y opresor y el establecimiento de un nuevo orden de justicia, etc.


Santa Rosa de Cabal, octubre 23 de 2013-10-24





















































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