sábado, 23 de febrero de 2008

LOS GOBIERNOS PASAN LOS REGIMENES PERMANECEN

Y..., EL ESTADO ¿QUÉ?




"De la democracia salen a veces hijos espúreos y hay que estar siempre alerta." Ramón Trevilla.

"It is the duty of every patriot to protect his country from its government" - Thomas Paine







"LA RESPONSABILIDAD ES DEL RÉGIMEN


EDITORIAL DE EL NUEVO SIGLO DEL LUNES 23 DE OCTUBRE DE 1995



"Los colombianos pensamos que al presidente Samper le fue bastante bien en los dos encuentros internacionales en que participó nuestro país: Bariloche y los Noal. En primer lugar, porque pudo asistir sin peligro de, caerse. Y porque ambos fueron de tal inocuidad que se pudo disimular la falta de protagonismo de nuestro mandatario, ya que no hubo en esas reuniones ninguna iniciativa de importancia.


Quedó confirmado que el Presidente no se cae, como lo hemos señalado tantas veces. Nadie lo está tumbando. No hay resistencia frente a sus actos, aunque casi todos ellos merezcan críticas muy agudas; no hay protesta callejera porque los sindicatos, los maestros, los propios trabajadores privados están desmoralizados y no saben cuál de sus múltiples reivindicaciones pueden poner por delante paira convocar un movimiento popular; no hay el bullicio estudiantil que suele ser el primer brote en los períodos de altísima corrupción como el que está padeciendo el país.


Es que la opinión pública se ha dado cuenta de que el responsable de los muchos males que en distintos frentes agobian a los colombianos, no es el Presidente.


El es un simple prisionero del Régimen. No tiene autonomía para dominar el Congreso, ni apoyo político para disciplinar a su propio partido, ni prestigio suficiente para que la prensa áulica le preste un apoyo eficaz.


Como el gobierno ha caído en una irremediable posición defen­siva no se atreve a tener iniciativas. No se ha propuesto ningún propósito nacional. En cada opor­tunidad que el primer mandatario toma un micrófono promete en­tregar centenares y, casi siempre, millares de millones de pesos, sin propósitos concretos, sin señalar de dónde puede salir tanta rique­za pública. El sistema de enunciar "planes sociales" está agotado. Aunque se sigan ofreciendo, ya nadie los toma en cuenta, sino aquellos burócratas que están pendientes de nuevas oportunidades para lucrarse con los contratos iníciales y las prebendas que originan esos ofrecimientos. Al Presidente no lo están tumbando ni los políticos, ni los periódicos, ni los gremios, porque nada se sacaría con remplazarlo por otro personaje del mismo régimen que quizás no tendría tantas cosas que respetar corno el señor Samper.


El proceso de decadencia que sufrimos no se acaba con un cambio de nombres. Pero al mismo tiempo resulta evidente, por todo lo anterior, que el Presidente no se puede quedar. Un país qué no marcha, que iodos los días muestra síntomas de disolución, finalmente encuentra una salida, Nosotros la hemos señalado muchas veces: hay que tumbar al Régimen.


Esto parece una invitación a que se empleen las vías de hecho. No es ese nuestro propósito. La caída del Régimen puede no ser súbita sino por un progresivo debilitamiento. Hay que crear una solidaridad nacional en torno del anhelo de realizar un cambio global, en el cual la voluntad de salvación sea el móvil colectivo predominante.


La erosión del Régimen como la única salida puede resultar extremadamente costosa, porque requeriría muchos meses y conduciría a un mayor debilitamiento de las instituciones.


Creemos que hay que acortar ese camino. Que aún es tiempo que puedan presentarse soluciones por las vías previstas en la Constitución y que le evitarían, no sólo al país, sino a los propios personajes que constituyen el Régimen, el tremendo desgaste al que están sometidos. Aferrarse al mantenimiento de lo que hay, carece de grandeza, si, por el contrario, se decide a empezar una nueva vida, la opinión pública entendería que se ha iniciado un periodo de emocionante dimensión histórica. Y se conseguiría el ímpetu para una restauración nacional.”



(Esta transcripción del texto tiene el propósito de desatar reflexiones sobre las relaciones entre ESTADO, GOBIERNO Y RÉGIMEN.)



Invito a hacer el ejercicio de pasar el texto del editorial a un procesador de palabra y usando la opción buscar y sustituir cambiar Samper por los apellidos de otros presidentes (Gaviria, Pastrana, Uribe), asi cada quien podrá hacer interesantes combinaciones pensando en los actores sociales comprometidos en las situaciones críticas materia de preocupación de los gobernantes:




  • NARCOTRAFICO


  • PARAMILITARES


  • GUERRILLEROS

Se pueden plantear preguntas como:


¿Es el presidente A. U. un prisionero del régimen?

¿Existe en Colombia alguna fuerza, movimiento, personalidad, comunidad, con interés y capacidad de derrocar al Régimen?
Reconocido el hecho de la NARCOPOLÍTICA: ¿qué diferencia esencial guarda el mismo con el fenómeno de los otrora llamados DINEROS CALIENTES?.


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Un concepto para pensar contextualizandolo en Colombia:

"No es la Nación la que engendra el Estado, según el viejo con­cepto naturalista que sirvió de base a la publicidad de los Es­tados nacionales en el siglo XIX; antes bien la nación la crea el Estado que da al pueblo, consciente de la propia unidad moral, una voluntad, y por ende una existencia efectiva. El derecho de una nación a la independencia deriva, no de una literaria e ideal conciencia del propio ser, y mucho menos de una situación de hecho, más o menos inconsciente e inerte, si­no de una conciencia activa, de una voluntad política en acto y dispuesta a demostrar el derecho que le asiste; es decir, de una especie de estado ya IN FIERI. En efecto, el estado como voluntad ética universal es creador del derecho." Benito Mussolini. La Doctrina del Fascismo. Citado por Iván Dario Osorio en su obra "De la Transición precapitalista a la Segunda Guerra Mundial y las relaciones con la Historia Colombiana"





























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