viernes, 7 de agosto de 2009

UNA INVITACIÓN A LA POLICÍA






ESTEREOTIPOS SOCIALES.
ENTRE LA ESTIGMATIZACIÓN Y EL RECONOCIMIENTO
UN PREDICAMENTO DE ENTIDAD MAYOR PARA EL POLICÍA



El pasado jueves 16 de julio en el Hotel Torreón de Pereira tuve oportunidad de participar de un encuentro o reunión regional de interlocución de la policía con organizaciones y personas comprometidas en y con el campo de los Derechos Humanos.

Estos encuentros constituyen una política institucional de la cual muy probablemente derivará el país entero dividendos de importancia en la construcción y disfrute de una cultura de derechos humanos, de construcción de condiciones de convivencia ciudadana con la cual se han comprometido un buen número de cuadros de la Policía Nacional.

Si bien es cierto lo anterior constituye un reto que no arrojará resultados tangibles de la noche a la mañana si puede pensarse que en un mediano plazo y en la medida en que dicha política encuentre el eco y acompañamiento de la sociedad en general, los resultados se evidenciarán acercando el cumplimiento de la función policial al mandato constitucional.

Entre los temas tratados estuvo el de las formas de estigmatización que, incubadas en la sociedad, son llevadas o representadas por el policía a la institución traduciendose en desconocimiento y vulneración de derechos humanos. Es el caso de la manera como no pocos uniformados cuando hay ocasión para ello, tratan las diferencias culturales, las preferencias sexuales o eróticas, los gustos, etc. Lesbianas, Gays, Raperos, Punks, "Viciosos", Prostitutas, Travestis, entre otros.

El tema Punk fue tratado de manera puntal hablandose de esfuerzos realizados por la institución policiva para sensibilizar en casos particulares en Bogotá y Calí, a sus miembros para tratar con respeto esa expresión cultural.

La ocasión fué propicia para que luego pidiera a uno de mis hijos (quien optó por esa expresión de la cultura humana llamada PUNK y sobre la cual puedo decir que es un campo bien complejo, nada homogeneo, y que muchos de sus exponentes viven con honestidad y como una auténtica expresión libertaria que no es lo mismo que libertina o cosa parecida) escribir y compartirme una reflexión de su propia vivencia de la estigmatización y criminalización que el y sus amigos viven aquí y ahora y el resultado fue un escrito que ahora comparto en esta bitácora y con el propósito de hacerlo llegar formalmente a la Inspección General de la Policía con la sugerencia de hacer un folleto ilustrativo o cartilla que se distribuya en todas las unidades de la Fuerza con la esperanza de contribuir con ello a su mejor capacitación en el área de los derechos humanos y así propiciar una significativa disminución de casos de abuso de la fuerza.

El exito de estos propósitos dependerá principalmente de la superación de esas conciencias de estigmatización, demonización, criminalización, que se produzca en el entorno o entornos sociales de los cuales provienen y con los cuales el uniformado interactua o se compromete. Es una compleja interacción entre las formas de conciencia social y las pautas de comportamiento institucional. Los sociedades tienen la policía que se merecen pero la policía tiene la posibilidad privilegiade en buen grado de generar o por lo menos de contribuir a generar la sociedad que se desea y por la cual resulta digno llevar el uniforme.




Mucha Policía, Poca Diversión



Es una realidad mas que clara para cualquiera de nuestra generación, y desde hace mas de 30 años que la vida para los punks (y no solamente los punks) se hace increíblemente difícil debido a los estigmas incrustados en las cabezas de las personas desde la infancia, con cosas tan sencillas como crecer escuchando en todo sitio que “todos somos iguales”.

Pero a ninguno de nosotros realmente nos debe importar ni afectar lo que la gente común y corriente, los civiles, piensen, digan o hagan contra nosotros. Pero, cuando se pone en contra de nosotros una entidad tan fuerte como lo es la policía ya se convierte en un problema, cuando se lleva a alguien en un calabozo por vestirse distinto y estar en la calle con sus amigos, se le mira mal por llevar su cabello de formas distintas a las tradicionales o sencillamente se le dispara sin dudarlo por estar andando en la calle.

El hecho de que no nos podamos defender de sus ofensas, y que si nos defendemos nos va aún peor es una realidad increíblemente molesta para cualquier persona “distinta” en este país (y muchos otros claro esta)…

Es muy difícil por no decir imposible andar por la ciudad en la noche (y hasta en el día) sin temor a la policía, a la limpieza social y a ser atracado, y si un país no busca la seguridad de sus habitantes no se que es lo que busca, es lamentable que la población joven y diferente no pueda andar tranquilamente ni siquiera en su propio barrio.

Ser punks no significa ser drogadictos, alcohólicos, atracadores ni vagabundos (claro que los hay, pero eso se ve en todas partes sin exclusión) y ser tildados de esa manera con que solo nos echen un vistazo es ofensivo y de lamentar.

Acaso el hecho de vernos diferentes nos hace peores o mejores, ¿que los que se visten “bien” no pueden ser igual o mas malintencionados que cualquier otra persona, que la gente que se ve “mal” es la gente que hace cosas malas?

Es una situación muy triste crecer en una sociedad en la que se busque la igualdad absoluta y en que las diferencias sean siempre malas, una sociedad con miedo al cambio, una sociedad con miedo a ver, una sociedad homofóbica, fascista, xenofóbica, racista, intolerante porque no se le ha enseñado a ser diferente a eso, se ha crecido entre señalamientos a la gente “mala”, la gente “distinta” .



Jens Jürgen Gärtner
Instituto Técnico Superior - Grado 9

Agosto 4 de 2009.




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