miércoles, 28 de octubre de 2009

PATINANDO EN EL MISMO LODAZAL





Pocos días antes de ser asesinado el 2 de noviembre de 1995, bajo el titulo LA RESPONSABILIDAD ES DEL RÉGIMEN, el 23 de octubre de 1995 (hace 14 años) el Nuevo Siglo publicó el editorial de Álvaro Gómez Hurtado que reproduzco a continuación:

Por qué el Presidente no se cae. Habría una salida si hubiera grandeza.

"Los colombianos pensamos que al presidente Samper le fue bas­tante bien en los dos encuentros Internacionales en que participó nuestro país: Bariloche y los Noal. En primer lugar, porque pudo asistir sin peligro de, caerse. Y porque ambos fueron de tal ino­cuidad que se pudo disimular la falta de protagonismo de nuestro mandatario, ya que no hubo en esas reuniones ninguna iniciativa de importancia.

Quedó confirmado que el Presi­dente no se cae, como lo hemos señalado tantas veces. Nadie lo está tumbando. No hay resisten­cia frente a sus actos, aunque casi todos ellos merezcan críticas muy agudas; no hay protesta callejera porque los; sindicatos, los maes­tros, los propios trabajadores pri­vados están desmoralizados y no saben cuál de sus múltiples rei­vindicaciones pueden poner por delante para convocar un movímiento popular; no hay el bullicio estudiantil que suele ser el primer broté en los períodos de altísima corrupción como el que está pade­ciendo el país.

Es que la opinión pública se ha dado cuenta de que el responsa­ble dé los muchos males qué en distintos frentes agobian a los colombianos, no es el Presidente.

El es un simple prisionero del Régimen. No tiene autonomía para dominar el Congreso, ni apoyo político para disciplinar a su pro­pio partido, ni prestigio suficiente para qué la prensa áulica le preste un apoyo eficaz.

Como el gobierno ha caído en una irremediable posición defen­siva no se atreve a tener iniciati­vas. No se ha propuesto ningún propósito nacional. En cada opor­tunidad que el primer mandatario toma un micrófono promete en­tregar centenares y, casi siempre, millares de millones de pesos, sin propósitos concretos, sin señalar de dónde puede salir tanta rique­za pública. El sistema de enunciar "planes sociales" está agotado. Aunque se sigan ofreciendo, ya nadie los toma en cuenta, sin aquellos burócratas que están pendientes de nuevas oportuni­dades para lucrarse con los con­tratos iniciales y las prebendas que originan esos ofrecimientos. Al Presidente no lo están tumbando ni los políticos, ni los perió­dicos, ni los gremios, porque nada se sacaría con remplazado por otro personaje del mismo régimen que quizás no tendría tantas co­sas que respetar como el señor Samper.

El proceso de decadencia que sufrimos no se acaba con un cam­bio de nombres. Pero al mismo tiempo resulta evidente, por todo lo anterior, que el Presidente no se puede quedar. Un país qué no marcha, que todos los días mues­tra síntomas de disolución, finalmente encuentra una salida. Nosotros la hemos señalado muchas veces: hay que tumbar al Régimen.

Esto parece una invitación a que se empleen las vías dé hecho. No es, ese nuestro propósito. La caída del Régimen puede no ser súbita sino por un progresivo debilitamiento. Hay que crear una solidaridad nacional en torno del anhelo de realizar un cambio glo­bal, en el cual la voluntad de salvación sea el móvil colectivo predominante.

La erosión del Régimen como la única salida puede resultar extre­madamente costosa, porque re­queriría muchos meses y condu­ciría a un mayor debilitamiento de las Instituciones.

Creemos que hay que acortar ese camino. Que aún es tiempo que puedan presentarse solucio­nes por las vías previstas en la Constitución y que le evitarían, no sólo al país, sino a los propios personajes que constituyen el Régimen, el tremendo desgaste al que están sometidos. Aferrarse al mantenimiento de lo que hay, carece de grandeza, si, por el contra­rio, se decide a empezar una nue­va vida, la opinión pública enten­dería que se ha iniciado un perío­do de emocionante dimensión his­tórica. Y se conseguiría el ímpetu para una restauración nacional."

Hasta aquí la trascripción del editorial.

Sugiero como ejercicio académico copiar y pegar el texto anterior en un archivo word, utilizar la orden de buscar y sustituir remplazando la palabra Samper por … y, saque las conclusiones que se le ocurran.

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