Pocos días antes de ser asesinado el 2 de noviembre de 1995, bajo el titulo LA RESPONSABILIDAD ES DEL RÉGIMEN, el 23 de octubre de 1995 (hace 14 años) el Nuevo Siglo publicó el editorial de Álvaro Gómez Hurtado que reproduzco a continuación:
Por qué el Presidente no se cae. Habría una salida si hubiera grandeza.
"Los colombianos pensamos que al presidente Samper le fue bastante bien en los dos encuentros Internacionales en que participó nuestro país: Bariloche y los Noal. En primer lugar, porque pudo asistir sin peligro de, caerse. Y porque ambos fueron de tal inocuidad que se pudo disimular la falta de protagonismo de nuestro mandatario, ya que no hubo en esas reuniones ninguna iniciativa de importancia.
Quedó confirmado que el Presidente no se cae, como lo hemos señalado tantas veces. Nadie lo está tumbando. No hay resistencia frente a sus actos, aunque casi todos ellos merezcan críticas muy agudas; no hay protesta callejera porque los; sindicatos, los maestros, los propios trabajadores privados están desmoralizados y no saben cuál de sus múltiples reivindicaciones pueden poner por delante para convocar un movímiento popular; no hay el bullicio estudiantil que suele ser el primer broté en los períodos de altísima corrupción como el que está padeciendo el país.
Es que la opinión pública se ha dado cuenta de que el responsable dé los muchos males qué en distintos frentes agobian a los colombianos, no es el Presidente.
El es un simple prisionero del Régimen. No tiene autonomía para dominar el Congreso, ni apoyo político para disciplinar a su propio partido, ni prestigio suficiente para qué la prensa áulica le preste un apoyo eficaz.
Como el gobierno ha caído en una irremediable posición defensiva no se atreve a tener iniciativas. No se ha propuesto ningún propósito nacional. En cada oportunidad que el primer mandatario toma un micrófono promete entregar centenares y, casi siempre, millares de millones de pesos, sin propósitos concretos, sin señalar de dónde puede salir tanta riqueza pública. El sistema de enunciar "planes sociales" está agotado. Aunque se sigan ofreciendo, ya nadie los toma en cuenta, sin aquellos burócratas que están pendientes de nuevas oportunidades para lucrarse con los contratos iniciales y las prebendas que originan esos ofrecimientos. Al Presidente no lo están tumbando ni los políticos, ni los periódicos, ni los gremios, porque nada se sacaría con remplazado por otro personaje del mismo régimen que quizás no tendría tantas cosas que respetar como el señor Samper.
El proceso de decadencia que sufrimos no se acaba con un cambio de nombres. Pero al mismo tiempo resulta evidente, por todo lo anterior, que el Presidente no se puede quedar. Un país qué no marcha, que todos los días muestra síntomas de disolución, finalmente encuentra una salida. Nosotros la hemos señalado muchas veces: hay que tumbar al Régimen.
Esto parece una invitación a que se empleen las vías dé hecho. No es, ese nuestro propósito. La caída del Régimen puede no ser súbita sino por un progresivo debilitamiento. Hay que crear una solidaridad nacional en torno del anhelo de realizar un cambio global, en el cual la voluntad de salvación sea el móvil colectivo predominante.
La erosión del Régimen como la única salida puede resultar extremadamente costosa, porque requeriría muchos meses y conduciría a un mayor debilitamiento de las Instituciones.
Creemos que hay que acortar ese camino. Que aún es tiempo que puedan presentarse soluciones por las vías previstas en la Constitución y que le evitarían, no sólo al país, sino a los propios personajes que constituyen el Régimen, el tremendo desgaste al que están sometidos. Aferrarse al mantenimiento de lo que hay, carece de grandeza, si, por el contrario, se decide a empezar una nueva vida, la opinión pública entendería que se ha iniciado un período de emocionante dimensión histórica. Y se conseguiría el ímpetu para una restauración nacional."
Hasta aquí la trascripción del editorial.
Sugiero como ejercicio académico copiar y pegar el texto anterior en un archivo word, utilizar la orden de buscar y sustituir remplazando la palabra Samper por … y, saque las conclusiones que se le ocurran.
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