miércoles, 14 de abril de 2010

IGLESIAS—RELIGIÓN - CRIMINALIDAD

 

Gracias a la vocación de servicio y propiciatoria de iniciativas de interés social de la empresa SISFO la iniciativa OBSERVATORIO DE CONVIVENCIA, SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS reabre su portal en los próximos días:

http://www.observatorioconvivenciautp.org.co/

 

La iniciativa académica no ha podido ser ahogada por quienes así lo han pretendido desde las esferas políticas (político-administrativas) y hemos reiniciado la publicación del boletín de cuya primera entrega que empezó a circular este martes 13 de abril contiene temas como el que compartimos en estos apuntes:

 

 

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lunes, 12 de abril de 2010

IGLESIAS—RELIGIÓN
CRIMINALIDAD

Se trata de una relación compleja que desde una perspectiva criminológica no constituye un campo nuevo por mas “novedoso” que parezca el escándalo que todavía no termina en relación con las denuncias ampliamente publicitadas sobre prácticas de pederastia y/o pedofilia en que han incurrido miembros de la jerarquía eclesiástica en diversos grados como autores, como cómplices y como encubridores para no decir auxiliadores en tales abusos contra menores.

No se trata de un tema para ser “despachado” de un plumazo y el interés que el asunto ha cobrado en la opinión pública obliga a proceder con juicio, seriedad y profundidad. En esta nota simplemente nos limitamos a indicar que no es la primera vez que criminólogos se ocupen del mismo y para botón de muestra queremos remitir a la obra de HANS VON HENTIG y más concretamente al Volumen III de su obra EL DELITO – COMPONENTES DISPOSICIONALES EN EL ENGRANAJE DEL DELITO en la cual encontramos interesantes y retadores planteamientos sobre la profesión y las tendencia criminales a cuya lectura y examen crítico, invitamos.

 

“Aunque haya que pensar en la oscuridad muy extendida que cubre todos los delitos contra la honestidad que no pueden cometerse más que por un ser humano contra otro, en el caso de los clérigos se acumulan situaciones muy especiales y tendencias que conducen al conflicto. Entre la religiosidad y el instinto sexual o su inhibición dominan conexiones de índole inexplicada, ….” (pág. 530 o.c.)

Cuando un clérigo que tiene inclinaciones homosexuales se ocupa apasionadamente de gimnasios y de albergues juveniles, cuando termina construyendo un hogar de transito para presos liberados, su celo puede ser en alto grado socialmente provechoso. Mas con ello establece metas que sacian su vida instintiva, que a su vez pueden volverse en contra suya y convertirse en un peligro para él… (pág. 531 o.c.)”

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